Si compras relojes automáticos en Valencia, puedes tenerlos en funcionamiento durante muchos años, siempre y cuando sigas unos sencillos consejos de mantenimiento. Y es que a los relojes, el paso del tiempo les puede afectar, pero lo que más los dañan son las acciones y rutinas cotidianas que, en muchos casos, jamás pensaríamos que les podían afectar.
Por ejemplo, en la Relojería Santiago recomendamos proteger a los relojes, independientemente de su material o calidad, de los campos magnéticos que pueden alterar su precisión y exactitud. Y no hay que irse muy lejos para encontrarlos. Algo tan cotidiano como un frigorífico o unos altavoces pueden afectar a su precisión. Como también es más que recomendable evitar los excesos de temperatura y la exposición prolongada al sol, que pueden acabar dañando sus mecanismos internos.
Aunque los relojes automáticos en Valencia sean acuáticos, no es recomendable meterlos en el mar, ya que las juntas y el acero inoxidable pueden verse afectados por el agua salada, en cuyo caso habrá que limpiar con agua limpia de inmediato. Por supuesto, hay que evitar los golpes al reloj e incluso algunos movimientos bruscos, como puede ser el swing del golf, que pueden dañarlos.
Nuestra recomendación es revisar también su estanqueidad al menos una vez al año y en el caso de los relojes mecánicos, cada tres o cinco años necesitan una limpieza profesional de sus mecanismos internos. Aun así, con frecuencia es recomendable limpiar el reloj y la posible suciedad que se pueda acumular en las juntas con un paño o un cepillo de dientes seco, mientras que si le haces un arañazo, uno de los problemas típicos en el cristal, no te preocupes, porque hay productos reparadores especiales que se pulen para dejarlo como nuevo.